La “opción preferencial por los pobres”, la idea antes radical de que Dios se alinea e identifica con los oprimidos y empobrecidos, ha sido convertida en corriente dominante como doctrina teológica católica.
El progreso internacional en la recuperación del descenso económico de los últimos años ha ido a paso de tortuga. Pero hay crecimiento al menos en un sector.
Los que brindan a los consumidores toda la información acerca de las corporaciones que se comportan incorrectamente deben ser considerados –de nuevo, en el marco de un libre mercado– como suministradores de un servicio valioso.